Así lo reveló una investigación. La triste realidad del mejor amigo del "hombre de las cabernas".
Hace unos 10.000 años, el mejor amigo del hombre no sólo proporcionaba protección y compañía, sino una fuente ocasional de alimento . Esa es la conclusión de un grupo de investigadores después de haber hallado un fragmento de hueso, al que consideran la más antigua confirmación de un perro domesticado en el continente americano.
Un estudiante avanzado de la Universidad de Maine, Samuel Belknap III, encontró este fragmento mientras analizaba unamuestra seca de desechos humanos desenterrada en el sudoeste de Texas en la década de 1970.
Un examen calculó la antigüedad del hueso en 9.400 años y un análisis de ADN confirmó que provino de un perro y no de un lobo, un coyote ni un zorro, afirmó Belknap.
Como fue hallado dentro de una pila de excrementos humanos y tenía el color amarronado característico de un hueso que ha pasadopor el aparato digestivo, el fragmento revela la primera evidencia directa de que los perros , además de ser utilizados para compañía, seguridad y caza , eran comidos por los seres humanos, e incluso pudieron haber sido criados como una fuente alimenticia.
Belknap estudiaba ladieta y nutrición de los habitantes de la región de Lower Pecos en Texas de 1.000 a 10.000 años atrás, cuando halló el hueso. “Ocurre que esta persona que vivió hace 9.400 años comía perros”, dijo.
Belknap y otros investigadores de los laboratorios de antropología molecular de las universidades de Maine y de Oklahoma,donde se efectuó el análisis de ADN, escribieron un informe sobre sus conclusiones . Ahora está pendiente de revisiones, para publicarse en la American Journal of Physical Anthropology este año.
Los perros desempeñaron un papel importante en lacultura humana durante miles de años. Hay registros arqueológicos de perros que datan de hace 31.000 años en Bélgica, 26.000 en República Checa y 15.000 en Siberia, pero los registros caninos en el Nuevo Mundo no han sido hasta ahora tan detallados ni han ido tan lejos en el tiempo .
Un estudiante avanzado de la Universidad de Maine, Samuel Belknap III, encontró este fragmento mientras analizaba una
Un examen calculó la antigüedad del hueso en 9.400 años y un análisis de ADN confirmó que provino de un perro y no de un lobo, un coyote ni un zorro, afirmó Belknap.
Como fue hallado dentro de una pila de excrementos humanos y tenía el color amarronado característico de un hueso que ha pasado
Belknap estudiaba la
Belknap y otros investigadores de los laboratorios de antropología molecular de las universidades de Maine y de Oklahoma,
Los perros desempeñaron un papel importante en la
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