Fue escrachado en la vereda de su departamento por las cámaras de TV. El odontólogo había declarado ante la Justicia que necesitaba "tomarse la presión".
Luego de que el odontólogo Ricardo Barreda violase la orden de prisión domiciliaria que consiguió apenas días atrás, la Justicia platense dispuso su inmediata detención. Pasadas las 14, fue apresado por efectivos de la División Delitos Interjurisdiccionales y más tarde será llevado a la cárcel de Gorina, en las afueras de La Plata, donde había estado detenido antes de que se le concediera la morigeración del cumplimiento de la pena.
El cuádruple homicida había declarado antes de ayer que debió salir de la casa del barrio Belgrano en la que pasaba sus días junto a su pareja, para “tomarse la presión”. En ese momento, fue filmado por las cámaras de televisión mientras caminaba por la vereda libremente, lo que viola la pena que le habían impuesto al salir de la prisión.
El juez Raúl Dalto, de la Cámara Penal de La Plata, expresó que quedó "plenamente acreditado" que Barreda "había transgredido el beneficio" del arresto domiciliario.
"Las empleadas dieron un testimonio que no me convencieron, incluso podría haberles aplicado la figura de falso testimonio. Una dijo que estaba limpiando y no lo vio, y la otra que había salido, que se habían enterado por la esposa del dueño de la farmacia. Pero tampoco pude acreditar que fuera a tomarse la presión", agregó
A principios de enero, la Justicia hizo lugar al pedido de la defensa de libertad condicional de Barreda, luego que la semana pasada Cámara Penal platense realizó un nuevo cómputo de los años que el odontólogo pasó tras las rejas, entre 1992 y 2008, desde que goza de arresto domiciliario.
Barreda fue condenado en 1995 a reclusión perpetua por asesinar a disparos de escopeta -en 1992- a su esposa Gladys, de 57 años; a su suegra Elena Arreche, de 86; y a sus hijas Cecilia y Adriana, de 26 y 24, en la casona que compartían en pleno centro de La Plata.
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