A los inconvenientes en el tránsito que provocó el fenómeno se suman los riesgos a los que se encuentran expuestos los asentamientos ubicados a la vera del río, que serían al menos doce. “Tenemos miedo por los derrumbes que se puedan producir si es que sigue aumentando el caudal del río, y que arrase con todas las casas”, contó un lugareño.
El guardaparques Gustavo Cristófani, por su parte, informó que “muchas casas precarias ya fueron invadidas por el lodo y el agua, que destruyeron los sembradíos y el puente de acceso al paraje Las Conchas, afectando viñedos privados en el sector de Los Castillos”.
El fenómeno
La inusual crecida del río Calchaquí es provocada por las intensas lluvias en el Valle Alto, que comprende Cachi, Molinos y Seclantás.
A ello hay que sumar el agua que baja de Santa María y Punta Balastro, en el Valle de Yocavil.
“Todo confluye en la desembocadura de los ríos Calchaquí, en el norte, y Santa María, en el sur”, contó Cristófani. Explicó, además, que la salida natural de todo ese caudal es por la Quebrada de las Conchas.
En El Sapo
Otro corte de ruta se produjo en el kilómetro 34, en la zona conocida como El Sapo, donde hubo derrumbes parciales de los cerros que cayeron sobre la cinta asfáltica, situación que se agravó con la crecida del río Las Conchas, el cual arrasó con un trecho del camino de unos 50 metros.
Por ello el tránsito se vio interrumpido desde las cuatro de la madrugada hasta pasado el mediodía de ayer. En tanto, la empresa Flecha Bus suspendió en la mañana de ayer la salida de sus vehículos.
Desaparecido
Por otra parte, la policía dio a conocer ayer la desaparición de una persona, quien fue arrastrada por la fuerte correntada del río Las Conchas; se trata de Ceferino Díaz, un lugareño que estaba buscando leña junto a su hermano.
Según las fuentes, la víctima había quedado atrapada en un islote formado por la creciente y cuando intentó cruzar el curso de agua, fue arrastrado por el caudal.
Según contó el comisario inspector de la Unidad Regional de Cafayate, Rolando Burgos, Díaz se habría sacado la ropa y se habría atado una piola a la cintura para poder cruzar el río. “Nosotros encontramos la ropa seca en la orilla, y la soga estaba enredada en un tronco” Contó el oficial.
Hasta anoche, unos 30 policías y bomberos, además de la división lacustre, junto a familiares y sus compañeros de la comunidad, se encontraban en plena búsqueda de Ceferino Díaz.
Por DANIEL DIAZ, JUAN PABLO ZONE, EL TRIBUNO
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