- Fueron denunciados en la comisaría 1 por la madre de las criaturas.
De la misma manera, los facultativos determinaron que otra de sus dos hermanas, de cinco años, exhibía un contagio análogo y signos de haber sido sometida a similares ultrajes.
Queda otra pequeña de tres años, quien aparentemente se libró del infortunio de las dos mayores, aunque está sujeta a estudios médicos.
Primera denuncia
Este espantoso caso, que se está investigando bajo el máximo secreto, fue denunciado el 27 de enero pasado en la comisaría 1 por la madre de las criaturas, L.A.C., de 26 años, quien reside en el barrio El Tribuno junto a las dos niñas menores, ya que la más grande lo hacía en el mencionado barrio Santa Clara de Asís con su padre, M.C., su abuelo J.A.V. y dos tíos, J.A.V. y H.C., ambos mayores de edad.
La mujer señaló que ese día llegó a su domicilio del barrio El Tribuno su hijita mayor, que fue a visitarla. Agregó que luego, al notar que se hallaba demasiado delgada, las llevó a todas a la salita de salud de la zona, donde fueron revisadas por la médica Griselda Aquino, quien se sorprendió al comprobar que las dos más grandes presentaban sendos cuadros de irritación vulvar y flujos bacterianos, probablemente a raíz de un contagio venéreo, por lo que las derivó de urgencia al Nuevo Hospital de Niños, a la vez que informó a la madre que solicitaría pericias forenses, ante la eventualidad de que las menores pudieran haber sido sometidas a abusos sexuales.
La madre sospecha de su ex marido y de sus parientes.
La atribulada joven amplió su denuncia el 8 del corriente, al tener comprobación fehaciente, ratificada por un médico de apellido Galeano, en el sentido de que las dos más grandes fueron abusadas y que una de ellas, la mayor de todas, que residía con los cuatro hombres, presentaba un cuadro de desnutrición por el que permanece internada aún en el nosocomio.
En su última presentación, realizada en la misma comisaría 1 y ante testigos, la joven denunció al padre, al abuelo y a los tíos de las nenas como los causantes de los estragos.
No se ha informado qué juez tiene el caso, y en razón del silencio con el que se viene manejando el tema, la mujer solicitó ayer los servicios de un abogado penalista, con el objeto de buscar justicia y castigo para los responsables. Todos los involucrados en esta dramática historia pertenecen a la clase media. / El Tribuno
Queda otra pequeña de tres años, quien aparentemente se libró del infortunio de las dos mayores, aunque está sujeta a estudios médicos.
Primera denuncia
Este espantoso caso, que se está investigando bajo el máximo secreto, fue denunciado el 27 de enero pasado en la comisaría 1 por la madre de las criaturas, L.A.C., de 26 años, quien reside en el barrio El Tribuno junto a las dos niñas menores, ya que la más grande lo hacía en el mencionado barrio Santa Clara de Asís con su padre, M.C., su abuelo J.A.V. y dos tíos, J.A.V. y H.C., ambos mayores de edad.
La mujer señaló que ese día llegó a su domicilio del barrio El Tribuno su hijita mayor, que fue a visitarla. Agregó que luego, al notar que se hallaba demasiado delgada, las llevó a todas a la salita de salud de la zona, donde fueron revisadas por la médica Griselda Aquino, quien se sorprendió al comprobar que las dos más grandes presentaban sendos cuadros de irritación vulvar y flujos bacterianos, probablemente a raíz de un contagio venéreo, por lo que las derivó de urgencia al Nuevo Hospital de Niños, a la vez que informó a la madre que solicitaría pericias forenses, ante la eventualidad de que las menores pudieran haber sido sometidas a abusos sexuales.
La madre sospecha de su ex marido y de sus parientes.
La atribulada joven amplió su denuncia el 8 del corriente, al tener comprobación fehaciente, ratificada por un médico de apellido Galeano, en el sentido de que las dos más grandes fueron abusadas y que una de ellas, la mayor de todas, que residía con los cuatro hombres, presentaba un cuadro de desnutrición por el que permanece internada aún en el nosocomio.
En su última presentación, realizada en la misma comisaría 1 y ante testigos, la joven denunció al padre, al abuelo y a los tíos de las nenas como los causantes de los estragos.
No se ha informado qué juez tiene el caso, y en razón del silencio con el que se viene manejando el tema, la mujer solicitó ayer los servicios de un abogado penalista, con el objeto de buscar justicia y castigo para los responsables. Todos los involucrados en esta dramática historia pertenecen a la clase media. / El Tribuno
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