Un policía aplicó un método inusual para evitar que se escapara el ladrón que acababa de capturar tras desarticular una toma de rehenes en Aachen, en el oeste de Alemania. La imagen habla por sí sola.
La policía alemana logró desarticular una toma de rehenes que duró una hora dentro del local de un banco de la localidad de Aachen, y apenas salió a la superficie, el hombre responsable fue esposado y comenzó un penoso camino por la calle con la cara tapada y los pantalones bajos, según muestran las fotos del sitio inglés The Sun.
Al parecer, se trató de un enfermo mental de 38 años que entró al banco con su psicóloga para reclarmar el equivalente a unos 275 mil dólares. El hombre amenazó con cortarle el cuello a navajazos a su terapeuta si la cajera se negaba a darle el dinero, pero la mujer logró accionar discretamente la alarma silenciosa que alertó a la policía.
Minutos más tarde, un comando de la élite policial alemana se concentró en la entrada del banco y tras una hora de negociaciones lograron que el hombre dejara ir a sus cinco rehenes y saliera a la calle con las manos arriba y los pantalones abajo. Afortunadamente no hubo que lamentar víctimas.
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