El dictador libio Muammar Khadafi resolvió frenar el ataque a las poblaciones civiles en el país, tras la decisión de la ONU que habilitó intervenciones militares para frenar la masacre del pueblo libio.
Ayer el dictador prometió “el infierno” para todo el mundo si lo atacaban, horas después de que el Comité de Seguridad de la ONU anunciara la aprobación de ataques aéreos. Mientras tantos países miembros de la organización internacional se alistan para enviar aviones del ejército.
"Hemos decidido un alto el fuego inmediato y parar inmediatamente todas las operaciones militares", dice el ministro de Relaciones Exteriores libio, Musa Kusa.
Libia "se toma gran interés en proteger a los civiles", afirma, y asegura que protegerá también a los extranjeros y las inversiones foráneas.
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