Lakeysha Beard, que vive en Tigard, Oregon, EE.UU., fue literalmente echada de un tren en Salem luego de que un pasajero se quejó de que hablaba muy fuerte al usar su celular. Parece que estuvo 16 horas seguidas meta hablar mientras iba en un vagón de los que se llaman "quiet car" (vagón silencioso) donde no se pueden usar teléfonos móviles y mucho menos parlotear a los gritos.
La mujer confirmó que estaba hablando, pero dijo que no entendía por qué la obligaron a bajar del tren. E hizo esos comentarios durante una breve conversación telefónica, como era de esperar. Sin embargo, no quiso declarar nada ante las cámaras de TV, diciendo que no se sentía bien.
Aparentemente ignoró los repetidos pedidos de los pasajeros para que cortara la comunicación interminable y se armó un despelote de aquellos, porque aparte de discutir con quien hablaba por teléfono, comenzó a vociferar contra los que viajaban en el mismo vagón.
Los pasajeros avisaron a los conductores que finalmente tuvieron que detener el tren en Salem, donde la policía la acusó por "conducta inapropiada" y la bajó del tren sin más.
¿Pedirá consejo a su abogado usando el móvil?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario