Asustó a todos. Cuando la presidenta Cristina Fernández cayó repentinamente al piso, al tropezar con unos escalones ubicados en la explanada del Instituto Leloir, en Parque Centenario, Caballito, todos los presentes dejaron de respirar por un instante. Enseguida la mandataria se levantó tomándose el rostro, apreciándose una mancha de sangre en su frente.
Luego de ser atendida de urgencia en el lugar, Cristina fue trasladada al Sanatorio Otamendi, donde se le realizó una tomografía de cabeza y cuello, por precaución.
La presidenta Cristina Fernández salió del Instituto Leloir, donde había encabezado un acto, acompañada por dos custodios y saludando a un público enfervorizado que cantaba “para Cristina, la reelección”. Sonriente y en funda da en un largo tapado negro, la jefa de Estado bajó los primeros escalones de la mano de sendos guardias de seguridad y continuó caminan do hacia la gente.
Enseguida, Cristina volvió a saludar y pareció reconocer a alguien, pues estiró ambas manos hacia adelante, en un gesto que anticipaba un saludo. Fue el momento inesperado.
La Presidenta prácticamente desapareció del campo visual y ca yó al piso al trastabillar con unos escalones. Ayudada por los custodios, se irguió palpándose con su mano derecha la frente, donde se podía apreciar una heri da sangrante. Consternada, Cristina reiteró el gesto de tocarse nuevamente la herida, mientras a su alrededor se veían banderas argentinas sostenidas por una multitud que le gri taba “Fuerza Cristina”. Rodeada por asesores, la jefa de Estado fue llevada de inmediato hacia el interior del instituto, donde se le hicieron primeros auxilios.
Las imágenes fueron registradas por el camarógrafo del diario “Crónica”, Julio López, quien junto a la cronista Brenda Gil Gorrías, cubrían el acto.
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