POLICIALES | Cayó la banda de la "Narco-abuela"

TIENE 80 AÑOS. Y vendía paco en Quilmes“Yo soy viejita, no hago nada”, dijo la narcoabuela detenida por liderar banda.

Sin embargo, su latiguillo no engañó a las autoridades policiales y, en consecuencia, no pudo evitar su detención junto a seis cómplices, cuatro de ellos mujeres, como así también el secuestro de importantes cantidades de estupefacientes y considerables sumas de dinero.
Una anciana de 80 años, fue detenida en la villa de emergencia Eucalipto, de la localidad de Quilmes, acusada de ser la cabecilla de una organización que preparaba y vendía paco en la zona. La misma suerte corrieron seis de sus integrantes, cuatro de ellos mujeres, cuyas edades oscilan entre los 30 y 40 años.
Debido al liderazgo de la octogenaria, los narcotraficantes eran conocidos en la jerga policial como “La banda de la Nona”, que fue desarticulada durante los tres allanamientos llevados a cabo en el complejo habitacional durante las primeras horas de ayer.
En los procedimientos, correspondientes a una investigación iniciada en los primeros días de este año, se comprobó que el domicilio de “La Nona” funcionaba como “cocina” y distribución del paco. Sin embargo, recién fue descubierto ayer porque, en las anteriores visitas policiales, la anciana fingía inocencia, amparándose en su edad, exclamando “soy viejita, yo no hago nada. No ven que uso un bastón para moverme”. Pero a semejante puesta en escena le cayó el telón cuando los agentes pudieron ingresar a su domicilio con una orden del Juzgado de Garantías de Quilmes, a cargo de Alicia Myszkin. “Nos decía eso, se las daba de pobrecita, pero era más viva que todos nosotros”, le aseguró a “Crónica” una alta fuente policial.
En el operativo, personal policial halló en los inmuebles allanados 8.000 dosis de paco, elementos para su fraccionamiento, tres armas de fuego, municiones y pequeñas cantidades de marihuana, así como la suma de 18.000 pesos, recaudada en la comercialización de estupefacientes.
Sorpresivamente, también se encontraron chalecos y uniformes de la fuerza policial bonaerense, reflejando así los mecanismos de inteligencia que empleaba la banda para pasar inadvertidos, ya que eran tomados por agentes.