Faltó el portero y unos mil alumnos no tuvieron clases en Córdoba

Todo estudiante ha fantaseado alguna vez con llegar al colegio y que esté cerrado, ya sea para esquivar un examen, volver a casa y reanudar el sueño, o simplemente para ganarse un día libre entre semana. El sueño se materializó hoy para más de 1.000 alumnos de un colegio tradicional de Córdoba, que no tuvieron clases porque el portero, el único que tenía las llaves, no concurrió al establecimiento.




El insólito episodio ocurrió esta mañana en el colegio Alejandro Carbó. Profesores y alumnos se agolparon frente a la puerta de la institución a la espera de que el portero llegara para abrir. Pero eso nunca ocurrió. Es que el hombre estaba enfermo y como nadie pudo comunicarse con él a primera hora se debió acudir a un cerrajero para que solucione el problema, ya que era él era el único que tenía llaves.

De todas maneras, los chicos ya habían sido enviados de vuelta a sus casas. En el turno tarde las clases se dictaron con normalidad.

Para colmo, la directora del colegio también estaba enferma, por lo que fueron las autoridades de la Dirección de Enseñanza Media las que autorizaron a forzar las puertas de la escuela que ocupa una manzana entera y alberga a casi dos mil alumnos.