Un californiano de 36 años fue arrestado acusado de tener ese gusto gastronómico bastante extraño. Los vecinos fueron quienes lo denunciaron al escuchar los lastimosos maullidos. imagen ilustrativa.
Y aunque en algunos países del lejano oriente esta práctica es acostumbrada, en Estados Unidos es considerado un delito, por eso James Louis Wilmert fue arrestado y puesto a consideración de la autoridad del condado de Kern, al sureste de California.
Wilmert, al parecer se llevaba los mininos a su casa y los domesticaba hasta que estuvieran lo suficientemente gordos como para que le proporcionaran un buen banquete, después como si se tratara de cualquier pollo, los mataba, cocinaba e ingería.
Los vecinos, alarmados por lo extraños gemidos y chillidos que provenían de la casa vecina no dudaron en llamar a la policía ambiental quienes pensaron que se trataba de otro caso crueldad animal, pero tal fue su sorpresa al encontrarse que el hombre se los estaba cenando.
Actualmente se encuentra en la cárcel de Kern bajo las acusaciones de trato cruel a animales y uso de animales domesticados como comida, ambas consideradas en el estado como delito menor, publica El Espacio.
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