¿Cómo un país tan pequeño puede pasar de ser un centro turístico famoso por su cultura y arquitectura a ser caldo de cultivo del yihadismo más violento?
Estas son cinco razones por las que los terroristas atacaron el corazón de Europa:
1. Bélgica tiene una gran cantidad de combatientes que se han unido a ISIS
Bélgica es el país europeo con más jóvenes per cápita que viajan a Iraq y Siria para unirse a ISIS.
Los expertos creen que unos 500 hombres y mujeres se han marchado Bélgica para ir a esos dos países desde 2012. Al menos 150 de ellos han regresado, según las autoridades belgas.
2. Falta de recursos policiales
Las fuerzas de seguridad llevaron a cabo varias redadas en busca del fugitivo de los ataques de París, Salah Abdeslam, y los que planearon la masacre en la capital francesa.
Durante un registro en la que luego resultó ser una de las casas de seguridad de Abdeslam la semana pasada, la policía fue recibida con un feroz tiroteo, lo que hizo pensar que dentro se encontraba alguien importante. Abdeslam, que se dejó su cinturón de explosivos en París durante los ataques de noviembre, volvió a escaparse, para ser arrinconado días más tarde en una redada en el barrio de Molenbeek en Bruselas, no muy lejos de la casa donde pasó su infancia.
La dimensión de la actividad yihadista en Bélgica pareció pasar desapercibida para las autoridades.
"No tienen suficientes agentes, y no han sido capaces de reforzarse al ritmo del reclutamiento de combatientes extranjeros", explicó William Braniff, director ejecutivo del Consorcio Nacional para el Estudio del Terrorismo y las Respuestas al Terrorismo. "Es pura matemática. Son recursos".
3. Muchos jóvenes musulmanes se sienten marginados
Un joven belga llamado Ali (no es su nombre real) accedió a hablar con CNN bajo condición de anonimato. Entre sollozos, contó cómo dos de sus hermanos, viajaron a Siria, donde uno de ellos murió.
Él cree que la discriminación y la "falta de oportunidades" han empujado a muchos jóvenes a viajar a esas zonas de conflicto, a pesar de ser segunda o tercera generación de inmigrantes, porque no se sienten aceptados en Bélgica. Los reclutadores yihadistas se están aprovechando de este sentimiento de marginación.
"El Estado belga rechaza a los niños y jóvenes, y dicen: ’Son todos los extranjeros, ¿por qué deberíamos darles trabajo ?", dijo. "Nos llenan de odio, y nos dicen que no servimos para nada, así que cuando los jóvenes ven lo que está pasando allá [en Siria], piensan ’Bueno, vamo allí y seamos útiles".
4. Bélgica está dividida por la geografía y el idioma
Bélgica es un país pequeño de 11 millones de habitantes que están divididos por el lenguaje y la cultura. Un poco más de la mitad de la población belga es flamenca. Hablan holandés y viven en el norte, en Flandes. Menos de la mitad son franceses y viven en la región sur de Valonia.
"La construcción del gobierno de Bélgica hace posible que ocurra este tipo de ataques", declaró Gohel, quien agregó que las agencias de seguridad e inteligencia del país están divididas internamente.
El país está dividido por el idioma a todos los niveles y en casi todos los servicios públicos: escuelas, hospitales, incluso la policía. Hay colegios franceses y colegios flamencas, hospitales franceses y hospitales flamencos.
Bruselas es la capital de Bélgica y Flandes, pero en Bruselas se habla francés.
5. Bruselas está cerca de grandes ciudades europeas
La proximidad de Bruselas a las principales ciudades europeas y la falta histórica de cohesión interna hace que sea atractiva para los yihadistas, que se mueven con relativa facilidad.
Bruselas, la capital de la Unión Europea, está muy cerca de varias de las principales ciudades: París, por supuesto, pero también Amsterdam y, en Alemania, Colonia, Estrasburgo, Frankfurt y Berlín. Es cuestión de subirse a un coche o a un tren y en cuestión de pocas horas se llega a varias ciudades.
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