A Junior Israel Yunes Márquez, uno de los líderes de la barra brava de Emelec, la pasión por su equipo le costó la vida. Conocido como “Huevo Frito”, murió el domingo en un ajuste de cuentas entre facciones rivales de la hinchada del club de Guayaquil, en Ecuador.
En su funeral, sus compañeros quisieron homenajearlo a su estilo, como si se tratara de una fiesta para celebrar un campeonato o un triunfo en un clásico. La insólita ceremonia tuvo todos los condimentos típicos de una tribuna en plena ebullición: cánticos, bombos, aplausos, platillos y hasta fuegos artificiales.
Sin embargo, detrás del color y la increíbles fiesta en el cementerio, se esconde una historia trágica: de acuerdo a medios medios locales, “Huevo Frito”, de 33 años, había sido amenazado de muerte en varias oportunidades el último año por otro hincha que disputaba el liderazgo de una de las facciones de los ultras.
Según trascendió, la última advertencia a “Huevo Frito” había sido el viernes y el domingo, mientras conversaba con un amigo en la vereda frente al estadio, fue asesinado con dos en la cabeza. El asesino, conocido como “El Negro Hernán”, fue capturado poco después.
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