La Guardia Civil española encontró un niño de doce años escondido dentro de la plancha de abordo de un BMW. Los padres, según cuenta el diario El Mundo, pagaron 4.200 euros para que su hijo llegara a Melilla, una ciudad autónoma de España ubicada en el norte de África.
El niño se llama Aliou y nació en Guinea, al oeste de África. Fue rescatado en la aduana de Beni Enzar. Estaba en cuero, sin zapatillas y con pantalón corto. Había circulado alrededor de tres horas en ese lugar del vehículo.
"Era muy pequeño, no medía más de 1,60 metros y allí estaba, encogido dentro de la plancha de abordo. Cuando lo rescatamos estaba muy nervioso, desorientado, con miedo. Podría haber muerto allí dentro asfixiado", relató uno de los guardias civiles que vigila el paso fronterizo.
La clave para encontrarlo fue un estetoscopio digital. A través de este elemento, que se coloca en el capot de los vehículos, detectaron los latidos de su corazón. Uno de los agentes metió la mano en la plancha y lo encontró.
El conductor fue detenido por las fuerzas de seguridad. Es un marroquí de 65 años al que le habían prometido "una comisión muy alta", según El Mundo. Aliou nunca llegó a ver su cara para que no lo pueda identificar y fue llevado a un centro de menores de Melilla.
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