Richard Remme, de 51 años, estaba incentivando a su perro Balew a que saltara sobre su regazo mientras estaba recostado en el sillón en su casa en Fort Dodge, Estados Unidos, cuando accidentalmente se disparó el arma que llevaba en la cintura.
"Mi perro me disparó", dijo el hombre cuando llamó a emergencias para ser asistido. La víctima explicó que su mascota logró, de algún modo, desactivar los dos dispositivos de seguridad de su 9mm, lo que ocasionó que se dispare. La bala se alojó en su pierna.
La escena de lo que sólo fue un accidente.
"Aparentemente él perro desactivó el seguro una vez" y cuando volvió a ponerse sobre sus patas, "uno de sus dedos entró en el gatillo", contó Remme tras ser dado de alta del hospital. "Nunca había escuchado algo así", dijo Roger Porter, el jefe de policía que recibió el llamado de auxilio.
"Sólo en Estados Unidos puedes ser disparado por tu perro", dijo Shannon Watts, fundadora de "Madres que Demandan Censo de Armas en América", un movimiento que promueve más controles a las armas en el país tras una serie de tiroteos en escuelas.
El perro quedó libre y volvió con su dueño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario