El chofer salteño Oscar Centeno relató en los denominados “cuadernos de las coimas” diversos viajes a su provincia de origen, algunos propios y otros de su jefe, el por entonces subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta.
Los viajes de Centeno siempre fueron por vacaciones personales, y en las dos oportunidades mencionadas en sus bitácoras -publicadas por la investigación del diario La Nación- el ex chofer señala que venía a Salta para las fiestas de año nuevo.
Pero uno de los viajes más significativos lo realizó en 2009 y fue partícipe su jefe, “el licenciado”, como aparece mencionado en todas las hojas de los cuadernos. En febrero de ese año, un poderoso alud arrasó la ciudad de Tartagal. Agua, barro y enormes troncos destruyeron gran parte de la localidad norteña, destrozando casas y hasta un puente ferroviario, con un saldo de dos muertos y más de mil evacuados.
Los funcionarios del ministerio de Planificación recibieron la orden de la ex presidenta Cristina Fernández de viajar a la zona de emergencia para montar un plan de reconstrucción inmediato. En ese viaje estaba Baratta, como representante del entonces ministro de Planificación, Julio De Vido.
Según cuenta Centeno, el 15 de febrero de 2009 Barata viajó a Tartagal y estuvo allí durante dos días. En la mayoría de las anotaciones, Centeno detallaba la actividad de su jefe, sobre todo en los viajes al sur. Sin embargo, en este vuelo a Salta solo menciona el destino y, dos días después, el 17 de febrero, anota que a las 14 horas fue a la terminal sur de Aeroparque para buscar a su jefe.
El día que regresó el funcionario, Centeno lo llevó hasta las oficinas del ministerio de Planificación y posteriormente a la Quinta de Olivos donde Baratta participó de un acto oficial junto a la presidenta.
En ese acto también estuvo el gobernador Juan Manuel Urtubey y su presencia fue registrada en los cuadernos de Centeno. Señala que llegó allí a las 17.15 y que en el acto también participarían intendentes “y el gobernador de Salta”.
En ese acto, Cristina Fernández anunció un convenio que se firmó con el gobierno de la provincia de Salta para iniciar las tareas de refacción en Tartagal. Según detallaron los funcionarios, se destinarían obras por $159 millones, entre las que se encontraban 1.400 viviendas de las cuales 500 debían ser para comunidades aborígenes o rurales, además de pavimento y reconstrucción de la red de agua potable, cloacas y gas domiciliario. Toda la reconstrucción estaría en manos del ministerio de De Vido.
Según detalló ese día LA GACETA, la firma del convenio iba a realizarse en Tartagal, pero el acto fue pospuesto para el 17, el día del regreso de Baratta a Buenos Aires, y el escenario no sería la ciudad devastada, sino los jardines de la residencia oficial de Olivos, en el Gran Buenos Aires.
Cuatro días antes, De Vido anunciaba ante las cámaras de televisión el plan de contingencia para Tartagal. En las imágenes no solo aparece el entonces ministro, sino también el propio Baratta, escoltando al entonces responsable de la obra pública de Argentina.
Según los cuadernos de Centeno, Baratta volvió a Salta un año y medio después del alud, en julio de 2010. En dicha oportunidad, la mano derecha de De Vido viajó junto a su esposa, Dalina Bielle, una mujer de Santa Cruz, cuyo padre, Dardo, formó parte del entorno de Néstor Kirchner.
Ese viaje duró tres días según las bitácoras. Centeno detalla que el 9 de julio a las 11:20 la pareja partió para Salta y regresaron dos días después, el 11, cuando a las 23:40 pisaron suelo porteño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario